Queridos padres, los niños españoles son de los que más vacaciones de verano tienen con respecto a nuestros vecinos europeos, así que es normal que desconecten del todo y la vuelta al colegio resulte un poco dura.
La falta de horarios y rutinas nos ha facilitado las cosas este verano, tanto que muchas veces no sabemos ni por dónde empezar, ¿a tí también te pasa?
Tranquilos, que volver a empezar no resulta tan duro si seguimos una serie de pautas
Horarios:
Adelantar la hora de la cena y la rutina del cuento para que no amanezcan tan cansados es algo que podemos empezar a hacer una semana antes del inicio de las clases. Cuanto antes se vayan haciendo a las rutinas, mucho mejor.
Ropa:
¿Habéis hecho ya el checklist de lo necesario? No debemos dejarlo para el último día, porque encontrarse con agujeros en el jersey o la deportiva rota justo el día de antes es algo que puede pasarnos, y seguramente no seríamos las únicas.
Libros:
¿Están forrados? ¿Tienen nombre? ¿Tenemos todos los que nos han pedido? Premio para la madre que lo consiga antes del primer día, sobre todo si te juntas con hijos de varios cursos, esto ya es para nota.
Calendario de pared:
La organización de todos los miembros de la familia es fundamental, sobre todo para que no nos coincida la cita médica, con la extraescolar del niño y el cumpleaños del primo Guille… ¿Qué os parece la idea de tener un calendario de pared donde apuntar todos los saraos? Os aseguro que facilita mucho la vida.
Comidas y meriendas:
Si tus hijos tienen que llevarse la comida o la merienda preparada de casa, lo mejor es dejar los menús de toda la semana escritos y preparado con antelación para evitar que se repitan y tener así una dieta más equilibrada.
Las bolsas personalizadas de merienda son ideales para tener identificado a cada niño y evitar así confusiones entre hermanos.
Material escolar:
Antes de lanzarte a comprar todo nuevo, revisa lo que sobró del año pasado para no juntarte con varias tijeras, sacapuntas, pegamentos a medio usar… Al final seguro que reutilizaréis más de lo que os podíais imaginar.
Sobrevivir al inicio de curso tiene su mérito, aún así, pasados los primeros días, todo sale rodado, los padres nos empezamos a relajar y los niños actúan como si nunca hubieran dejado el colegio.
¡Bendita rutina!